Wednesday, June 18, 2014

Construir una rúbrica... toda una aventura!
Por cierto aporta una buena dosis de adrenalina. Al menos, cuando se trata de una primera experiencia.
La aventura comenzó con la comprensión cabal de lo que es una rúbrica, a saber, listado de conjunto de criterios específicos y fundamentales que permiten valorar el aprendizaje, los conocimientos y/ competencias logrados por el estudiante en un trabajo o materia particular.


 Desde una apreciación global, considero que es una herramienta tan útil para el docente como para el estudiante, pues transparenta las expectativas que alimentan ambas partes.
Desde un plano más práctico, una vez creada la cuenta en Rubistar, comienza la ansiosa exploración, matizada con temporarias frustraciones como cuando me sorprendió la advertencia de que la página expiraría en pocos minutos, la guardé prontamente para no perder lo elaborado y luego transpiré copiosamente hasta que tras varios intentos logré recuperarla.
Rubistar es una interesante herramienta que contempla múltiples escenarios para evaluar, lo cual simplifica considerablemente nuestra tarea de macro-elaboración.  No obstante, encuentro que los campos descriptivos de los distintos grados de calidad que se pueden esperar en cuanto al desempeño de los estudiantes son algo ambiguos o repetitivos o incompletos, o no condicen en un todo con lo que a mi entender significa el campo a evaluar. Y aquí llegó la mejor parte, pues no solo intenté redactar las descripciones correspondientes, sino que para poder hacerlo, debí pensar primero qué calidad de desempeño espero de los alumnos en una presentación oral como la que elegí. Lo que más me costó, o aún me resulta ambiguo, es determinar qué hace que cada aspecto evaluado sea bueno, mejor o peor. Dónde trazar la línea?  Sigue siendo subjetivo!


No comments:

Post a Comment